Hallo zusammen,
Märchen, ( etwas verändert) im Vergleich zu Gebrüder Grimm.
Nachdem ich mich in den letzten Tagen mit der Thematik beschäftigt habe, war ich mit dem Ergebnis zufrieden.
Saludos, Frank
Pretérito imperfecto/indefinido - Text: Caperucita Roja
Übung
Rotkäppchen
Setze die Verben im Pretérito imperfecto oder im Pretérito indefinido ein.
Caperucita Roja
Caperucita Roja (ser) un niña que (vivir) en un pueblo muy pequeño junto a un bosque.
Por su cumpleaños, su madre le (regalar) una caperuza roja.
A Caperucita le (encantar) su regalo y (ponerse) la caperuza todos los días.
Una tarde su madre le (dar) una cesta con fruta y un pastel para su abuelita que (estar) enferma.
(hacer) muy buen día y Caperucita (atravesar) el bosque para ir a casa de su abuelita.
Mientras (caminar) , (pararse) varias veces para recoger flores.
Entonces (aparecer) un lobo.
El lobo (perseguir) a Caperucita y (meterse) en casa de su abuelita para esperarla.
Cuando Caperucita (llegar) a casa de su abuelita, esta no (responder) a la puerta.
Caperucita (entrar) en la casa y la (ver) tumbada en la cama.
La abuelita (llevar) puesto un camisón y un sombrero y no se le (ver) muy bien la cara.
—Abuelita —(decir) Caperucita—, qué ojos tan grandes tienes.
—Son para verte mejor —(responder) la abuelita.
—Y qué orejas tan grandes te veo.
—Son para escucharte mejor, querida.
—Pero... ¡qué dientes tan grandes tienes! — (gritar) Caperucita.
—¡Son para comerte mejor!
Y el lobo (saltar) sobre Caperucita.
Por suerte, el guardabosques (pasar) por allí cerca y (escuchar) los gritos de la niña.
(Entrar) rápidamente en la casa y (derrotar) al malvado lobo.
Caperucita (poder) reencontrarse con su abuelita y felices (comerse) juntas el pastel.
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Lösung
Caperucita Roja
Caperucita Roja era una niña que vivía en un pueblo muy pequeño junto a un bosque.
Por su cumpleaños, su madre le regaló una caperuza roja.
A Caperucita le encantaba su regalo y se ponía la caperuza todos los días.
Una tarde su madre le dio una cesta con fruta y un pastel para su abuelita quee estaba enferma.
Hacía muy buen día y Caperucita atravesó el bosque para ir a casa de su abuelita.
Mientras caminaba, se paró varias veces para recoger flores.
Entonces apareció un lobo.
El lobo persiguió a Caperucita y se metió en casa de su abuelita para esperarla.
Cuando Caperucita llegó a casa de su abuelita, esta no respondió a la puerta.
Caperucita entró en la casa y la vio tumbada en la cama.
La abuelita llevaba puesto un camisón y un sombrero y no se le veía muy bien la cara.
—Abuelita —dijo Caperucita—, qué ojos tan grandes tienes.
—Son para verte mejor —respondió la abuelita.
—Y qué orejas tan grandes te veo.
—Son para escucharte mejor, querida.
—Pero... ¡qué dientes tan grandes tienes! — gritó Caperucita.
—¡Son para comerte mejor!
Y el lobo saltó sobre Caperucita.
Por suerte, el guardabosques pasaba por allí cerca y escuchó los gritos de la niña.
Entró rápidamente en la casa y derrotó al malvado lobo.
Caperucita pudo reencontrarse con su abuelita y felices se comieron juntas el pastel.